Pensé que en un mes de ausentes
tu decidirías «bien».
Decidirías no por mi,
No por mis locuras,
Y no fue así.
No lo entiendo y no lo esperaba!
¿Tal vez no se valorarme?
O tal vez, estas igual de loquita que yo.
Bienvenida a esta locura.
bienvenida a este mundo,
donde solo existes tú,
donde solo existías tú, sin estar
donde estuviste 14 años, sin estar
donde solo existió tu fantasma,
donde solo existieron mis ilusiones y el amor,
del que tal vez tampoco te enteraste,
ese amor cobarde que nunca salió de este corazón,
que fue callado mil veces en ese abrazo espontáneo,
ese abrazo esporádico cada medio año, o… ¿cada año?
No lo sé.
Solo sé que fue cada vez que las fuerzas de este amor ti
empezaban a agotarse, a debilitarse, a esfumarse,
y que me obligaba a correr a tu encuentro,
porque no mi amor, eso jamás lo iba a permitir,
no iba permitir nunca, que la razón dominara a mi corazón,
ese corazón loco, débil, tonto, que te amaba,
que te ama, que te amará a pesar de los años,
a pesar de ti y a tu ausencia.
Perdón, tal vez no deberías saber esto,
tal vez nadie debería saber esto.
Siento que, aunque tu no querías,
estos 14 años estuviste correspondiéndome,
estuviste, gota a gota, alimentando este tonto amor.
Y hoy, estamos aquí, sin futuro a la vista,
sin saber qué hacer con todo este amor.
¿Lo quemamos, lo abandonamos, huimos?
Cobarde tú, cobarde yo, cobardes tal vez sin querer,
cobardes por otros, por los tuyos y por los míos,
por aquellos que sin querer,
nos han llenado de felicidad,
estos 14 años de nuestra cobardía.
¿Seguimos siendo cobardes?
Tampoco lo sé.
Solo puedo agradecer estos nuevos tres meses de ti,
de tus sonrisas, de esa valentía tuya por mí,
por esas travesuras que estoy seguro más de uno quiso tener,
gracias por ser traviesa por mí.
No quedas más que esperar,
no me importa esperar otros 14 años,
no llevo prisa,
puedo esperar otro tanto más.
Y si no llegaras pronto,
tampoco importa.
y si llegaras al final de mis días,
a arrojar una rosa a mi tumba,
daré gracias a Dios por permitirme esos segundos de ti,
esos segundos, que para mí han sido gloria,
gloria, con sabor ti.